Una noche de Halloween

Publié le par Stefan Kaltenhäuser




Iba una pandilla de chicos y chicas a celebrar Halloween, pero lo que les faltaba era el lugar.

Pero Pensaron y pensaron pero no sabían dónde, y saltó una de las chicas - ¿a que no os atrevéis ir al Dámaso? y salta uno de ellos, - no ay que dicen que hay sombras y un monstruo con aspecto de hombre lobo o algo parecido.

-Si no quieres venir, no hace falta que nos chafes la fiesta de Halloween, la fiesta que tanto esperabamos. Cuando saltaron las vallas del instituto oyeron ruidos extraños, parecían no importarles y siguieron hasta el Damasín, donde está el pabellón.

Ahí empezaron a beber y a comer chuches, bolsas y todo lo que podían. Uno de los chicos se empezó a sentirse mal, y fue a dar una vuelta para que le diera un poco el aire, vio una sombra grande, pero parecía no importarle.
La sombre se fue acercando poco a poco al chico, al ver que se acercaba corrió, y les dijo a sus compañeros:
"! He visto una sombra  ahí atrás muy grande!" !Dios, y se acercaba muy lentamente!
El mas valiente de la pandilla dijo : "Vamos a verlo, a ver si es verdad..." Y dicen las chicas: " Yo creo que es producto de tu imaginación" . Y fueron despacio, sin hacer mucho ruido y vieron la sombra. No se lo podían creer que fuera verdad. "! Habeís visto que era verdad!.  Lo dijo tan fuerte que la sombra les persiguió, unos tiraron por una calle y otros por otra, pero los cogió a todos, y uno a uno le destripándolos y  quitándoles los ojos, Solo quedaban las niñas, pues quería disfrutar y fue matandolas una a una a sangre fría, pero se le olvidó atarlas y amordazarlas, gritaron tanto que con la última víctima que quedaba quería hacerlo sin ningún ruido. Para eso necesitba una cuerda y un pañuelo, y salío a buscarlo . La niña al ver como mataba a sus amigos se intentó desatar, pero no podía hasta que vió unas tijeras encima de una mesa. Intentó acercarse, dió a la mesa golpes como podía hasta que cayeron las tijeras al suelo, se acercó a ellas de espaldas, las cogió con las manos, y al intentar cortar la cuerda , se cortó el dedo pulgar, pero se soltó, salió corriendo de este sitio infernal, fue corriendo a su casa y llorando como una magdalena.
Le preguntó la madre: "¿Por que lloras tú, hija mía?"
-"! Mamá, han matado a toda mi pandilla en el instituto !"
- Anda, no digas tonterías... La madre no se lo creía y lo dejó pasar.
Siempre que preguntaban por su pandilla, decía lo mismo y de tanto preguntarlo y de comerle la cabeza a su madre no tuvieron mas remedio que ingresarla en un manicomio y nunca más se supo de esa niña.


Soraya Orrios Bueno 2º C

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